Ante la incertidumbre generalizada, crece la apertura de cuentas en el exterior
El interés de los clientes de Latinoamérica reside en conocer las herramientas necesarias para poner a resguardo su patrimonio.
La región se encuentra atravesando un momento de real vulnerabilidad en materia de finanzas. La inestabilidad social, política y económica que desde hace años afronta, provoca temor generalizado en las personas, en relación a la seguridad de sus activos y el incremento desmedido de impuestos elevados e imprevistos.
Así, observamos que -cada vez con mayor frecuencia-, el interés de los clientes de Latinoamérica reside en conocer las herramientas necesarias para poner a resguardo su patrimonio. La preocupación que manifiestan, puede resumirse en: presión impositiva, inseguridad jurídica, restricciones cambiarias y control sobre el libre flujo de fondos. En relación a ello, la demanda de apertura de cuentas en el exterior, con especial énfasis en los EE.UU., se encuentra en una curva ascendente.
Luego de la pandemia, se ha flexibilizado la apertura de cuentas transaccionales, es decir, las que usan las empresas con fines comerciales, los emprendedores, los profesionales y/o los importadores/exportadores, mediante trámites online. Esto demuestra que existen alternativas dentro del marco legal establecido y que es posible adaptarse a los nuevos tiempos, aún en empresas como las del sector financiero que siempre han sido muy rigurosas y poco flexibles.
En este marco, y a como está el mundo y la inestabilidad geopolítica, económica y financiera actual, tener una cuenta en los EE.UU. no es menor para el latinoamericano ya que se trata de la plaza más conveniente desde el punto de vista de servicios bancarios, además de la más barata en lo que tiene que ver con costos de mantenimientos y comisiones por transferencias, ideal para hacer negocios con el mundo, más allá de ser la plaza más segura.
En síntesis, abrir una cuenta en EE.UU. parece ser lo más conveniente para resguardar el patrimonio, ya que se trata de un país pro inversores, en el que hay mucha seguridad jurídica y donde, gracias a que existe mucha competencia, se traduce en costos más bajos.