Las claves económicas de la aprobación de las apuestas deportivas online en Latinoamérica

Una de las industrias que más ha crecido en los últimos años es la de las apuestas online, especialmente en Latinoamérica, donde muchos países se han lanzado a regular esta actividad. Esta tendencia no responde solo a la demanda por parte de los usuarios o la necesidad de una actualización dentro del panorama legal por las nuevas tecnologías, sino también a una decisión económica por parte de los gobiernos y las economías locales.

Un motor de crecimiento económico

Uno de los impulsos que ha llevado a Latinoamérica a plantearse la legalización de las apuestas deportivas online es el potencial económico que supone. Los estados, en muchos casos en una difícil situación económica, necesitan de fuentes de ingresos para poder financiar las necesidades de los ciudadanos, y la regulación de este sector es una estrategia efectiva para atraer inversión extranjera y generar puestos de trabajo de calidad.

Los nuevos marcos regulatorios permiten a los gobiernos captar ingresos fiscales de una actividad que, en algunos casos, ya se realizaba de manera informal. De acuerdo con diversos estudios, los países que han regulado el sector han conseguido aumentar sus arcas gracias a los impuestos y las tarifas que imponen a los operadores. Colombia es uno de los países pioneros del sector en la región, donde recaudaron cerca de 100 millones de dólares en el año 2022 solo por los impuestos relacionados con estas actividades.

Además, la regulación fomenta el desarrollo de una industria tecnológica local. Estas plataformas requieren de una infraestructura digital, lo que sirve para impulsar la creación de puestos de trabajo en sectores como el desarrollo de software o la ciberseguridad. Este nuevo ecosistema digital sirve para otras actividades económicas, ya que contribuye al crecimiento del sector tecnológico en general, posicionando a los países de la región como hubs de innovación en este ámbito.

Impacto en el control del mercado

Al legalizar y regular las actividades de los operadores de las apuestas online, los gobiernos toman cierto control del mercado. Así, reducen la economía informal muchas veces asociada al sector, pero también sirve para incrementar la transparencia y la seguridad de los propios usuarios. Los operadores regulados y registrados están sujetos a normativas estrictas que garantizan la transparencia en las transacciones y la protección de los datos personales de los usuarios, lo que genera más confianza en el mercado.

Además, la competencia entre operadores registrados lleva a una oferta más amplia y diversa de servicios, lo que beneficia a los consumidores. Los jugadores ahora tienen acceso a una variedad de plataformas que compiten en diversos ámbitos, como la calidad, promociones o la experiencia del usuario.

También es importante destacar que la regulación de las apuestas permite a los gobiernos impulsar políticas de juego responsable, algo que no era posible antes, ya que este no estaba regulado. Estas medidas incluyen límites en las apuestas, campañas de concienciación sobre los riesgos del juego y la disponibilidad de recursos para personas con problemas de adicción.