El capital de trabajo en una empresa Retail
Para los gerentes es una tarea muy difícil poder balancear una cantidad adecuada de inventario que permita maximizar la productividad, sin tener que pagar un costo financiero alto por excesos no programados.
8 noviembre, 2022 / 12:50 pm
Esta consideración financiera tiene que ver con la cantidad de recursos que la empresa tiene destinados para sostener su actividad principal, que es la venta de productos al consumidor final. Y para que se concrete esta actividad, es necesario mantener un inventario de productos por un tiempo indeterminado, de tal manera que se garantice el surtido en las tiendas. Ese inventario, en la práctica, representa dinero estacionado, esperando a ser convertido en liquidez.
Esta reserva de capital puede venir en la forma de recursos propios o de deuda, aunque es sabido que, en la medida que se use más de esta última, el negocio se volverá más rentable, producto del apalancamiento y de compartir el riesgo con bancos u otros inversionistas; sin embargo, en ambos casos, es ineludible aplicar un costo de oportunidad.
"Esta reserva de capital puede venir en la forma de recursos propios o de deuda, aunque es sabido que, en la medida que se use más de esta última, el negocio se volverá más rentable"
En una empresa Retail o minorista, tal como se explicó previamente, esta reserva se usa para mantener el inventario lo suficientemente surtido y diversificado para atender las necesidades del negocio; sin embargo, hay que mantenerlo bajo control porque un exceso de este podría traer como consecuencia un incremento no programado de los costos financieros, ya que, para financiar dicho exceso, se tendrá que tomar deuda adicional, deteriorando el resultado neto anual.
Es entonces, una tarea muy difícil para los gerentes, poder balancear una cantidad adecuada de inventario que permita maximizar la productividad, sin tener que pagar un costo financiero alto por excesos no programados que no generan el máximo margen comercial esperado y por ende mayor rentabilidad a la empresa.
Se sugiere utilizar KPIs cruzados que brinden visibilidad a todas las áreas involucradas en el proceso. El área comercial siempre va a presionar por contar con el surtido y time-to-market apropiado para atender al cliente, la de operaciones por manejar la mayor tasa de conversión de venta y la de finanzas por la menor utilización posible de capital. El aspecto que tienen en común todos, es el mejorar el resultado de la compañía, pero el entendimiento que cada área tiene del camino para alcanzarlo, suele ser distinto por eso debe existir mucha comunicación y sobre todo el control del presupuesto, para así evitar desviaciones.
En un negocio consolidado, la cadena de distribución suele ser bastante dinámica, minimizando un prolongado almacenamiento y asegurando que la mayor cantidad de recursos esté en las tiendas, a disposición de los clientes. Este esquema garantiza que los días de inventario (DDI) sean optimizados al máximo, maximizando el margen comercial y generando el menor impacto financiero en el estado de resultados.
Sin embargo, en un negocio incipiente, lo primordial es llevar a cabo una adecuada negociación de tal manera que los DDI estén más o menos alineados con los días de pago a los proveedores, de tal manera que los costos financieros queden anclados, ya que es habitual que al principio, al no tener historial crediticio, el crédito otorgado por los proveedores no sea muy significativo.
"En un negocio incipiente, lo primordial es llevar a cabo una adecuada negociación de tal manera que los DDI estén más o menos alineados con los días de pago a los proveedores"
Recordemos que para una adecuada gestión del ciclo de capital de trabajo o también conocido como ciclo de conversión de efectivo (CCE), no solamente se debe tomar en cuenta los DDI y los días de cuentas por pagar si no que también se debe tener mapeados los días de cuentas por cobrar y en virtud de ello, se recomienda en un inicio, tener mucho cuidado de no ofrecer crédito a los clientes y priorizar las ventas al contado.
Quizás siguiendo estas recomendaciones podemos hacer que nuestro negocio minorista crezca más sano o se fortalezca, de tal manera que podamos ayudar a conseguir los objetivos estratégicos de la empresa. Y no olvidemos que: Emprender es Gerenciar.
Nos vemos pronto.
Renato Reyes
Emprendedor, Inversionista, Opinólogo.
Más de 23 años de experiencia en banca y finanzas en el Perú y en el extranjero. Siempre intentando brindar las mejores prácticas en favor de las instituciones en las que he trabajado. Con liderazgo participativo se logra todos los objetivos. Es una obligación compartir nuestro conocimiento para asegurar un adecuado recambio generacional.
Esta columna buscará traer artículos cortos, pero con un contenido potente que permitan al lector poner en práctica algunos consejos desde el saque.